El herpes anal, o en cualquier otra parte de los genitales, es una infección de transmisión sexual causada por el Virus Herpes simple tipo 2 y que puede afectar a todas aquellas personas que mantengan relaciones sexuales sin protección con una persona que sea portadora del virus. Debido a su alta incidencia en la población, hoy os traemos unos remedios caseros para paliar sus síntomas.
Virus Herpes Simple Tipo 2
Más del 80% de las personas contagiadas por Herpes Simple son asintomáticas, lo que hace que sean desconocedoras de su condición y favorezcan así la propagación del virus. Si usted se encuentra en el 20% restante, lo más probable es que sufra los siguientes síntomas:
- Aparición de ampollas alrededor del ano que van creciendo en tamaño, llegando incluso a romperse y formar úlceras muy dolorosas.
- Hormigueo
- Comezón o picor
- Fiebre
- Malestar general
- Ganglios inflamados
- Ardor al orinar
- Fisuras anales con secreciones mal olientes
Cuando aparecen estos síntomas, el contagio se ha dado hace un tiempo ya que pueden tardar meses en aparecer. Las primeras manifestaciones suelen ser más agresivas y pueden durar hasta 5 semanas. Es común que los brotes se repitan, especialmente durante el
primer año después de la infección y vayan disminuyendo con le paso del tiempo.
Aunque se trate de una enfermedad de transmisión sexual, también puede producirse tras la manipulación de las yagas o el líquido del interior de una persona infectada y después la zona anal propia, así como complicación de una cirugía rectal como la de hemorroides.
Existen tratamientos farmacológicos como pueden ser el Aciclovir o Famciclovir, que se pueden obtener sin receta y que disminuyen la frecuencia de los brotes; pero vamos a daros unos remedios caseros que pueden ser muy útiles para acelerar la curación.
1. Aceite de oliva, aceite de lavanda y cera de abeja o miel
Este primer remedio te ayudará a descansar de la comezón anal. Para su elaboración, solo necesitas juntar en una taza caliente aceite de oliva y añadirle 4 gotas de lavanda y una cucharadita de cera o miel. Aplicarás esta mezcla durante el día, las veces que consideres oportunas y la irritación se irá aliviando poco a poco.
2. Té negro
Para calmar el dolor no tienes que hacer nada más que preparar tu té negro favorito, esperar a que se enfría y aplicarlo directamente solo las ampollas, después se dejan secar antes de taparlas.
3. Té de Melisa
Este tipo de té te ayudará a secar las llagas genitales de una forma rápida y son dolor. Para esto, debes preparar de nuevo el té y dejarlo reposar, para más tarde aplicarlo sobre las ampollas con la ayuda de un algodón.
4. Raíz de regaliz
A menos que estés embarazada o tengas problemas de presión arterial, la raíz de regaliz puede ser tu mejor aliado ayudando a reducir los síntomas y la recurrencia de los mismos.
Junto con remedios, os vamos a dar algunos consejos de cosas que es mejor evitar, tanto para no contagiarse como para evitar el empeoramiento de los síntomas.
El mejor método de protección ante esta patología es el uso de preservativo en las prácticas sexuales. Debido a que algunas de las lesiones pueden encontrarse fuera del área cubierta por el preservativo, se debe evitar utilizar las mismas toallas o aparatos que entren en contacto con la zona con un infectado. Además, lo mejor es no tocar las ampollas ni la región afectada si no es necesario, y en caso de hacerlo es oportuno realizar una posterior limpieza de manos correcta.
En cuanto a aspectos a evitar una vez tengamos síntomas, destaca el mantener la zona sin posibilidad de airearse al utilizar ungüentos demasiado gruesos o ropa interior sintética, siendo mejor la holgada y de algodón. Es de vital importancia además, tomar conciencia de la situación y de su gravedad e intentar proteger a otras personas de un posible contagio.
Fuentes de información:

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